HUEHUECOYOTL

Huehuecoyotl es la Ecoaldea más antigua de México y de Latinoamérica y representa un verdadero semillero de pensamientos y experiencias sobre la vida en comunidad y en armonía con la madre naturaleza. Fundada en 1982 Huehuecoyotl quiere decir “el viejo coyote” y se sitúa en las montañas de la Sierra de Tepozteco, entre Santo Domingo Ocotitlán y Tepoztlán, y se presenta ante el mundo como la materialización de un sueño colectivo, un sueño en comunidad y en convivencia con la Madre Tierra, que ha intentando -a veces con más aciertos a veces con más errores- de responder de manera colectiva a las múltiples necesidades de los integrantes de esta hermosa comunidad. 

En términos generales se podría decir que una ecoaldea es una comunidad intencional que busca ser social, ecológica y económicamente sustentable. Una interesante opción para quienes sentimos el llamado de la tierra pero que nacimos quizás en zonas más urbanizadas sin posesión  de territorios naturales, zonas dónde quizás el despojo esté aún más invisibilizado. 

La mayoría de las ecoaldeas busca respetar los valores y principios de la Permacultura. El término de Permacultura fue acuñado por Bill Molisson y David Holmgren a fines de la década del 70 en Australia y se refiere a un modo de diseñar y planear los asentamientos humanos de modo tal que permitan la creación de una cultura humana permanentemente sustentable. Se basa en tres valores morales que son los siguientes:

1) el cuidado de la tierra (Gaia o Pachamama)

2) el cuidado de las personas

3) la distribución equitativa de los frutos.

Para el cumplimiento de estos tan elevados y humanos valores, David Holmgren y Bill Molisson desarrollaron los más conocidos 12 principios de la Permacultura, que son el objeto de enseñanza y aprendizaje de los múltiples cursos que se dan en todas las ecoaldeas del mundo.

Lo interesante de estos proyectos es que no representan ninguna utopía si no más bien una alternativa perfectamente viable, OTRO MUNDO POSIBLE. 

La comunidad de Huehuecoyotl ha sido una de las pioneras en este sentido.

Toña Luisa Osher fue mi anfitriona y en la voz de quién conocí un poco más sobre la historia y la magia de este lugar. Toña es una mujer muy interesante. Tiene una sonrisa que empieza en sus ojos y se expande por todo su ser, un tono de voz y modo de hablar al mismo tiempo dulce y tajante que dejan al descubierto toda su experiencia y sabiduría. Una mujer alegre, inquieta, extrovertida, que con sorpresa nos pregunta cómo llegamos 20 minutos tarde mientras nos abraza y nos hace pasar a su casa. Toña nos comparte sus palabras, explicaciones y recuerdos mientras camina por su casa mostrando fotos, dibujos, códices, sus ojos se revolean evocando otros lugares, otros caminos, otras personas y otros tiempos. Toña tiene la sabiduría y modo de hablar de una mujer de juicio, como dirían las zapatistas, pero su sonrisa y movimientos dejan traslucir la eterna juventud de su alma.

Los Otros Territorios llega a esta comunidad el 19 de Noviembre de 2019 cuando aún estaba en fase de gestación, y fue aquí donde nació oficialmente su nombre.

Con respecto a los inicios de Huehuecoyotl, Toña cuenta que fueron una comunidad de teatreros de distintos países: “empezaron tres mexicanos que en 1968 huyeron de su país luego de una gran masacre y salieron en búsqueda lo que une a las personas pacíficamente alrededor de sus necesidades… durante 12 años recorrieron más de 30 países en los cuales se iba sumando gente, yo los conocí en 1978 éramos personas de 10 países. Ese fue el núcleo de la formación de este grupo

Toña se refiere a la Masacre de Tlateloco, crimen perpetrado 2 de Octubre de 1968 por parte del Estado Mexicano en la Plaza de las Tres Culturas para disolver el movimiento mexicano del 68, movimiento que agrupaba a estudiantes, obreros, docentes e intelectuales que buscaba mayores libertades y menor desigualdad para el país. Luego de varias manifestaciones y episodios de distinto tipo que sucedieron desde el 26 de julio del mencionado año, dicha masacre fue el golpe más duro que recibió este movimiento, que quedó caso disuelto en diciembre de ese mismo año. Se desconoce aún hoy la cifra exacta de muertes y heridos.

Ese terrible episodio de la historia mexicana marcó el inicio de un viaje, de un proyecto y vaya si dio sus frutos!

Toña explica que  “una Ecoaldea es como un río, si metes un dedo en el río y luego lo vuelves a hacer, nunca metes el dedo en el mismo río. La Ecoaldea es igual, hay flujos de energías, flujo de diferencias, de unidad, siempre una Ecoaldea está cambiando. La Ecoaldea es un ser, es un fenómeno social vivo. Una Ecoaldea pasa por diversos momentos, igual que tu. Tú pasas por distintos momentos, a veces estás sola, a veces acompañada, quizás tienes hijos, luego crecen, se van a explorar el mundo como nosotros hicimos… Muchos de nosotros ya estamos en el capítulo tres de nuestras vidas, pero hay nuevos jóvenes que se suman al proyecto y también hay una nueva generación de jóvenes que viven aquí”

Con respecto a uno de los éxitos de la convivencia en Huehuecoyotl, reflexiona que “somos flexibles, no es un requisito vivir todo el año aquí. Eso fue lo que permitió que todos podamos cumplir con nuestra misión de vida en plenitud. Una vez salí pensando que iba a volver pronto y estuve 5 años fuera, fue cuando había muchas invasiones gringas en Centro América… y regresé. Otros fueron en la caravana hasta Tierra del Fuego, que les llevó trece años y regresaron; otros estuvieron años estudiando danzas indúes en India, otros viajan haciendo universidad sin paredes, y así cada uno pudo cumplir con su misión de vida en plenitud. Tuvimos una actitud anarquista pero una pequeña infraestructura para mantener el sitio, que fue una hectárea y media con 15 familias, eso nos permitió a cada uno desarrollar nuestras vidas con plenitud”

Huehuecoyotl tiene una doble estructura, la comunal y la individual y privada. “Las asambleas son para tomar decisiones de lo comunal: mejoras, visitas, etc. Durante 30 años tomamos desiciones por consenso, hay diversas formas, consenso, consenso menos 1, etc. Nosotros usamos el consenso y luego necesitamos comenzar a estudiar Sociocracia, hoy intentamos practicarla aunque muchas veces volvemos al consenso. Las decisiones tienen que ver con las cosas comunes. Tenemos un solo edificio común que es de todos. Es un auditorio y teatro, tiene un espacio de usos múltiples, una cocina comunal y baños

De manera sencilla se puede decir que sociocracia es un modo de toma de decisiones y de gobierno que permite que cualquier organización pueda comportarse como un organismo vivo, es decir haciendo fluir la información y toma de desiciones siguiendo determinadas dinámicas participativas que aseguran que la voz y propuesta de todo los participantes sea oída por todos los demás, principalmente busca evitar la concentración de la toma de desiciones en una sola persona o grupo determinado.

Me emocionó y me resulta oportuno contar en este punto que Toña considera “importante tener círculos de corazón, para hablar de temas difíciles. Para saber con quién estás y si quieres estar. Y es importante tomar temas difíciles con una manera no de debate sino desde “hablar y escuchar”, muchas personas han sufrido ataques a su inteligencia desde chiquitos, entonces hablar y escuchar sin debate, da la posibilidad a cada quién  de expresar su inteligencia sin tener que anticiparse a qué es lo políticamente correcto. Sí es importante que cada quién cuente sólo con un par de minutos, a veces es necesaria más de una ronda”

Le pregunto cuáles han sido esos temas difíciles y responde: “lo comunal y lo individual; animales; fumar o no fumar en las juntas; las comidas; Evo Morales, género, si tu también pueden disciplinar mis hijos, el nivel de consumismo, no es que todos tengan que vivir igual pero uno tiene que saber cómo se sienten los demás” 

Toña considera indispensable para vivir en una ecoaldea el trabajo personal introspectivo “si no es la naturaleza de cada uno hacer trabajo personal tienes que saberlo. Hay que estar dispuesto a instropeccionar de alguna manera, tiene que haber una disponibilidad de entender que todos tenemos conductas, patrones, lastimaduras, material hasta a veces traumático y que tenemos que entablar algún trabajo cuando estamos en relación con otra gente, sino estamos en la expectativa que mi vecino no va a ser violento, manipulador, etc y voy a estar en decepción todo el tiempo. Tiene que haber un acuerdo de aprender sobre transformación de conflictos, es mejor aprenderlo al principio cuando no hay problemas serios«

Con respecto a la “visión” Toña reflexiona “es normal que haya una visión homogénea y al principio pero luego cambia. Me sorprendió una persona que dijo Huehuecoyotl no es toda mi vida. La visión del principio era ecológica y artística. Punto. Íbamos a hacer todo de la manera más ecológica, sin pesticidas y con la sinergia entre las artes. Luego se sumaron personas que no venían del arte pero sí con visiones parecidas, por su trabajo con medicinas alternativas por ejemplo o por facilitación de conflictos, etc. La infraestructura importa, pero importa mucho más la chispa entre la gente. Hay que mantenerla con métodos. Si no hay transformación de conflicto uno se vuelve a lo familiar y lo comunal va perdiendo lugar”

Entonces le pregunté por los proyectos comunes y me cuenta “Tuvimos muchos proyectos, por ejemplo una escuela por 16 años en Tepoztlán para niños que tuvimos que cerrarla por falta de dinero. Era ecléctica, mezclábamos distintas pedagogías enfatizándo más en valores sociales, estaba aceptada por el modelo formal; una cooperativa de consumo en Tepoztlán; Cooperativas de artesanos en distintos pueblitos; capacitaciones para campesinos también en los pueblitos, para hacer pequeñas cisternas por ejemplo; una cooperativa de costura en Amatlán; siempre alegramos las fiestas locales con teatro; etc”

Toña actualmente es parte de un Proyecto que se llama de la Milpa a tu mesa: dirigido a campesinos que quieren volver a productos orgánicos, a ellos se los capacita gratuitamente, a quienes no son campesinos se le pide una colaboración. Me cuenta que “este año hicimos un festival por el día del maíz, y tuvimos un foro con los campesinos para comenzar la transición de los agrotóxicos a lo orgánico” 

Al final hablamos de los desafíos que le tocó atravesar a Huehuecoyotl y me dice que han sido muchos y muy diversos y menciona lo siguiente: “cuando iniciamos Huehue tuvimos que hacer un acuerdo con la comunidad, ellos tenían el derecho de pasar por aquí hasta las montañas, originalmente había gente que tenía cabras allí arriba. Antes no teníamos ninguna reja. Pero sucedió que hubo un asalto a Huehue por 10 personas armadas y ahí estuvimos seis meses hablando qué íbamos a hacer, porque nunca quisimos que Huehuecotl sea una comunidad cerrada, pero la situación y las condiciones del país hicieron que tengamos una pequeña desviación de nuestra política” Y explica que “en esos momentos es muy importante seguir los métodos de consenso. Existe lo que se llama el “bloqueo” que sólo lo puedes hacer si ves que la decisión que está por tomar el grupo pone en peligro todo el grupo” Dice que “sólo haces bloqueo una vez en tu vida o dos”. Y luego deja una reflexión sumamente interesante: “Si estás bloqueando mucho estás equivocada de grupo

En mi recorrido por estos mundos he visto a muchas personas idealizar lo que una ecoaldea es o debería ser, y con respecto a ello Toña, muy calma, clara y sincera dice “en un punto son microcosmos, no hay ningún fascista aquí, pero la gente imagina que una Ecoaldea es una panacea. Aquí también hay clases sociales, hay diversidad. Hay personas que rentan una casa un tiempo, hay visitantes, etc.  Además de las familias también hay gente rentando, que son residentes que pueden estar en nuestras juntas, que pueden opinar pero no pueden votar ni bloquear” Palabras que me recuerdan que las ecoaldeas son un intento.  

Las últimas palabras de Toña las llevaré por siempre en mi corazón “hay estudios de que las personas que viven más tiempo son las que se sienten parte de una comunidad, una tribu, las que se sienten pertenecer. Por eso hay tanta gente que viene a México, por que no se ha perdido el contacto con la tierra, el humor, el servir y no servirse, de esto los jóvenes en occidente están hambrientos. Ese sentido de vivir no ha perdido México”

Luego comenzamos el recorrido por Huehuecoyotl, en el cual ví el mítico y místico amatlán. Antes de despedirnos Toña murmura “los otros territorios”… lo anota en su agenda, piensa un segundo, levanta su mirada y dice “me gusta”. Oficialmente Los Otros Territorios comenzó a existir como tal.

Antes de terminar voy a dedicar unos parrafitos a contar cómo llegué hasta aquí, y adelanto que de la mano de Toña y el proyecto de la Milpa a tu mesa llegué al proyecto del cuál hablaré en el próximo post.

Resulta que durante el año 2014 yo me iniciaba en la Permacultura, y así en el año 2015, durante los días 11/28 de febrero tomé el Curso de Diseño para la Sustentabilidad dictado por diversos docentes de Gaia Education (https://www.gaiaeducation.org/) en una Ecoaldea que lleva el mismo nombre, Gaia (https://gaia.org.ar/ecovilla/) ubicada en Navarro, provincia de Buenos Aires, Argentina. Uno de estos docentes fue Giovanni Carlo, otro de los fundadores de Huehuecoyotl. Esa fue la primera vez que escuché hablar de este mágico lugar, y así México se sumaba otra motivación para que yo llegue hasta sus tierras, principalmente el Zapatismo y luego también Huehue. Sólo voy a contar que Giovanni además fue la primer persona en acercarme las increíbles herramientas pedagógicas de Teatro del Oprimido, lo adelanto aquí porque en futuros post harga referencia a ellas, y para dejar constancia de que todo está interconectado.

Las vueltas de la vida o la sincronicidad del Universo, hicieron que este capítulo de mi vida, de mi viaje y de Los Otros Territorios esté escrito también por mis amigas Thurma Martínez y  Sabina Piro, dos arquitectas de la tierra, del barro y feministas. Ambas se dedican a la bioconstrucción y se especializan en murales de tierra, son parte de “Bioarquitectura Tierra Raíz” (https://www.facebook.com/tierraraiz/) y están impulsando un proyecto llamado “Las albañilas: obras de tierra” que tiene como finalidad la generación de experiencias con mujeres e identidades disidentes. A Thurma la conocí en el curso de Gaia, 5 años antes de que ambas estemos por estas mágicas tierras mexicanas. Ellas se encontraban en Oztopulco, una nueva ecoaldea en formación vecina a Huehuecoyotl, capacitándose en revoques de tierra de interiorismo con Laurent Cuquemont, creador de Academia Tierra Activa. Aprovecho para adracederle a él y a Oztopulco haberme recibido unos días. 

Thurma considera que “lo más interesante e inspirador de Huehuecoyotl es su origen en un grupo itinerante de artistas. Un grupo consolidado como comunidad que busca darle respuesta contra cultural al modo de habitar. De alguna manera Oztopulco es lo mismo. Ambas con sus diferentes formas y procesos de maduración ofrecen a quienes pasan por allí, la posibilidad de conocer experiencias diferentes de construir comunidad y su habitar de manera ecológica en espacios naturales”. Sabi encuentra que “la necesidad de construir con tierra nace del deseo de poder hacer de la profesión un elemento transformador con el cual indagar en las formas en las que vivimos y generar cambios hacia una convivencia con lo natural. Ir abandonando las formas individualistas y responder a nuevas necesidades como el sentido de la vida comunitaria. Con respecto a Huehuecolyotl piensa “fue muy interesante comprender que más allá del protagonismo que tiene el espacio, comprender que lo que hizo perdurar a esta larga convivencia fue la contención entre ellxs, las estrategias que adoptaron para comunicarse, el aprendizaje a través de los duros momentos, y el equilibrio entre el espacio comunitario y el privado”. Sabi me recuerda que antes de irnos Toña nos pidió que prestemos atención y nos dijo: “si piensan algún día vivir en comunidad, recuerden tomarse cinco minutos para reflexionar sobre sus más profundas carencias de la infancia, porque eso es lo que van a trabajar allí” 

Con esas sabias palabras nos despedimos de Huehue, y se termina también este relato.

Si quieren conocer más sobre HUEHUECOYOTL pueden hacerlo aquí: https://huehuecoyotl.net/

Espero verles en el camino, hasta el próximo relato del próximo proyecto.

La Otra Julia

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