Nunca me resultó fácil presentarme, nunca supe bien por donde empezar, nombre y apellido completo? mi formación académica? Mi edad? Mis espacios de militancia? Cuál nombro primero? Mi formación artística? La holística? Donde vivo? Decir quién soy con una identidad que muta, se de/reconstruye y cambia constantemente. Seguramente la Julia que escribe estas palabras no será la misma que las lea cuando termine, ya que todo hacer nos cambia, nombrarnos nos cambia.
Decidí comenzar por presentarme por lo que más viene resonando en mí este último año: la astrología y el calendario de los abuelos y las abuelas mayas. Porque somos tiempo y somos astros.
Para la astrología soy Sol en Aries, Ascendente en Leo y Luna en Tauro. Y eso dice de mí mucho más de lo que pensaba. Mucho fuego y tierra. Como mi proyecto, que nace del fuego interno, de la necesidad de hacer, de iniciar un camino, del entusiasmo (Aries), que al mismo tiempo me muestra tal cual soy y me expone frente al mundo (Leo) y que tiene como fin la defensa de la tierra pero buscando que esa lucha sea desde el deseo, el placer y la alegría (lunita en Tauro).

Desde tierra Mayas en el mismo sentido tengo que compartir mis Nahuales. Los nahuales son, como en la astrología, energías, energías vivas, presentes.
Todxs tenemos un nahual de nacimiento. Yo según la cuenta yucateca del Tzolkin soy 9 Cimi, este nahual se llama Keme para la cuenta Quiché y Argüelles le llama Enlazador de Mundo. Este es el Nahual que representa la muerte tanto en su sentido literal como simbólico. Analizó mi proyecto y veo que Los Otros Territorios es sin duda la muestra de un camino que busca mostrar proyectos que buscan darle muerte al capitalismo y al patriarcado para que otros modos, sanos y equilibrados puedan vivir. Según los abuelitos Quiché soy 7 E, lo que en Yucatán se conoce como Eb y que Argüelles ha denominado Humano. El Nahual que literal significa camino, es el Nahual de lxs viajerxs, la energía que nos lleva a preguntarnos qué camino vamos a escoger en nuestra vida? Cómo queremos vivir? Me explica el abuelito Julio Tot que este es el nahual que me da la fuerza para viajar, para estar siempre en el camino. Cualquier semejanza con la propuesta de los Otros Territorios no es mera coincidencia.

Mi nombre completo? María Julia Vennera Mazzola. Edad: 36 años. Demás datos que figuran en partidas de nacimiento, pasaportes y DNI me resultan irrelevantes.

Pasando al plano intelectual, soy abogada con un máster en DDHH, docente, investigadora y mediadora. Como abogada siempre me he volcado al estudio de los derechos de los pueblos originarios y como mediadora me he especializado en mediación intercultural. Estos caminos e investigaciones han encontrado su síntesis en mi tesis de Maestría. En 2017 terminé mi Maestría en Derechos Humanos por la tesis que lleva como títulos: Derechos Humanos, Acceso a la Justicia y Mediación en el horizonte de la interculturalidad: un análisis de la ciudad de Rosario. En la misma cuestiono la raíz misma del fundamento se los Derechos Humanos, bases ideológicas impuestas por occidente y he intentado demostrar que cuando de los derechos de los pueblos originarios se trata, los Derechos Humanos resultan insuficientes porque reproducen el lenguaje y las lógicas hegemónicas.
He trabajado 10 años al lado de Graciela Rodríguez, una antropóloga que me ha hecho llegar a la sociología y antropología jurídicas, lo cual me ha hecho situarme para siempre desde una perspectiva crítica del derecho, no dejándome encerrar por el positivismo jurídico, e intentando comprender la legitimidad de las distintas formas de juridicidad que tienen los distintos pueblos. Siempre me gusta recordar que los Derechos Humanos son un proceso histórico, político y cultural, y por lo tanto como proceso están abiertos, en construcción y que todavía hay muchos derechos que faltan por reconocerse. También me gusta recordar la complejidad que representan ya que por un lado ha nacido para representar los valores de la élite internacional pero por otro representan también la lucha contra dichos valores.

Desde que tengo 20 años he pasado por diferentes disciplinas artísticas, desde la acrobacia aérea a la danza, telas, palo chino, trapecio, tango, folklore, expresión corporal, teatro. Exploraciones que me han hecho conocer a las mejor personas del mundo, con quienes comparto mis días, mis alegrías y mis tristezas aún en la distancia. Por este camino he llegado al Yoga. Hace dos años que soy que profe de yoga y cuatro que soy Reikista. Dos profesiones que también amo y que me han permitido no solo viajar por el mundo ofreciendo lo mejor de mí sino también contribuir al proceso de sanación de otras personas. A esta perspectiva holística hoy tengo el honor, el orgullo y el amor de decir que soy también Danzante de Luna del Consejo U Naajil Ixchel, el camino de inicio de la mujer medicina que me hace portadora de la Honorable Chanupa, y que me lleva a entendimiento de los 4 elementos y las 7 direcciones.

Soy una apasionada de la educación popular, cuando tenía 20 años alfabetizaba en el amado barrio de Ludueña en Rosario, el Barrio del siempre recordado Pocho Lepratti, quizás más conocido por algunos gracias a la canción de León Gieco, el ángel de la bicicleta. Con el tiempo me formé en Educación Popular con los compas de Pañuelos en Rebeldía y también en Teatro de lxs oprimidxs. Durante los últimos cuatro años que estuve en Rosario formé parte del colectivo docente del Bachi de Tablada, un proyecto de Ciudad Futura que se ha creado en el corazón mismo de Villa Manuelita, en la zona sur de Rosario. Un Bachillerato Popular para las personas que no han podido terminar sus estudios secundarios. Un proyecto que se ha quedado con mi corazón para siempre. Una escuela horizontal, de gestión social y con un fuerte compromiso ético, político y cultural.

En mis clases y talleres combino todos estos lenguajes, los de la educación, la mediación, la perspectiva del derecho, y del arte el lenguaje de la danza o del teatro, adaptándolos a las temáticas a trabajar y a los actores sociales a las cuales van dirigidas.

Y no puedo dejar que explicar por qué la otra Julia, sin nombrarlas a ellas, las otras julias de mi vida. Tres tocayas y colegas. Tres mujeres increíbles, que sin dudas me hacen creer que si nos juntamos las cuatro en una misma habitación nada sería imposible.
La Julita Giordano. Mi compita de militancia de toda vida. Con la cual empezamos a modo de chiste con esto de la otra Julia. Siempre de alguna manera vinculadas a lo mismo, la misma edad, el mismo nombre, la misma profesión y el mismo estilo medio “jipi”, fácil que nos confundan. Una mujer que se mueve según su compromiso con los Derechos Humanos, para mi es una tremenda fuente de inspiración y confianza. Julita Giordano es sin dudas la abogada que yo hubiera querido ser.
La segunda, la Julita Collado. La causalidad de la vida hizo que coincidiéramos en la misma comisión de primer año de la facu. Esta Julita no sólo es abogada como yo, sino que también compartimos la pasión de las acrobacias aéreas. Cuando la veo treparse junto a Nayilta, su hija, no puedo creer que años atrás ellas iban a verme a mí… Una mujer a la cual le sobra fuerza. Sin dudas Julita es la acróbata que yo hubiera querido ser.
Y la última en entrar en mi vida. La Julita Contreras. Julita anda viajando con un proyecto al que le sobra corazón, ese proyecto se llama Fenix, porque renace cada día igual que la alquímica Julita. Recomiendo mucho seguirle los pasos a ese proyecto. Una mujer alegre que se reinventa cada día. Esta Julita representa seguramente la viajera que yo quisiera ser.
Tres tocayas, tres colegas, tres amigas, tres espejos en los que amo verme reflejada. Les agradezco infinitamente que me devuelvan esas imágenes y que me honren con su amistad.

Por TODO lo anterior me gusta y me divierte llamarme la Otra Julia, la de los Otros Territorios.